En septiembre viene la avalancha de rupturas y el detonante común son las vacaciones.

Cuando pasamos más tiempo juntos, alejados de las rutinas y del estrés, es cuando salen a la luz nuestras carencias como pareja, pero aún estás a tiempo de prevenir los malos rollos y sinsabores que acompañan el periodo estival de muchas relaciones.

  1. Planifica el tiempo de ocio, equilibrando el tiempo compartido con tu pareja y el tiempo por tu cuenta. Tan importante es darle prioridad a buscar momentos para estar a solas, sin familia ni amigos, para disfrutar exclusivamente el uno del otro, como dejar espacio para uno mismo.
  2. Compartid actividades placenteras para ambos. Tener aficiones comunes es uno de los mejores predictores de éxito de las relaciones, así que si no las tenéis es urgente buscarlas.
  3. Intercambia palabras amables. Son gratis pero ponen vuestra relación en “saldo positivo”. Da y recibe elogios. Debes hacer muchos más comentarios positivos que negativos y dar reconocimiento a tu pareja cuando haga o diga algo de tu agrado, así repetirá con gusto.
  4. Aprovecha el tiempo extra compartido para comunicarte más y mejor. Esto implica contar cosas, compartir inquietudes, expresar sentimientos, tanto positivos como negativos y escuchar, preguntar e interesarte por los intereses de tu pareja.
  5. Repartid las tareas. Si los dos tenéis ahora la misma cantidad de tiempo libre, es justo que compartáis también las obligaciones que se mantienen durante el verano: la casa, los niños, etc.

Si quieres cambios, empieza por cambiar tú, que si la vuelta al trabajo ya será dura, puedes evitar que la vuelta con tu pareja también lo sea.